LOTTOHOY

Nunca te has preguntado ¿Qué pasa con los premios no cobrados de la lotería? Las estadísticas dicen que entre un 30 y un 70% de los premios no se reclaman.

Por lo general estos suelen ser premios pequeños a los cuales los jugadores no les dan mucha importancia, en otros casos es que los ganadores nunca llegaron a enterarse de que se habían ganado, también pasa que extravían el boleto de lotería por lo cual no pueden reclamar el premio. Estos son algunos ejemplos conocidos:

  • El caso de un ciudadano británico, que tuvo la suerte de ganar 68 millones de dólares en el sorteo del euromillón, el pasado verano y aún nadie ha ido a reclamar el premio.
  • Otro caso Famoso, sucedido en el año 2005, cuando hubo un premio de 14 millones de dólares, salido en Illinois, y que nunca fue reclamado.
  • Así como en el año 2002, también salió un premio híper millonario de 52 millones en Indiana, que tampoco fue cobrado por nadie. Y el mismo año sucedió lo mismo con un premio de 4.6 millones de dólares, en Massachusetts.
  • Connecticut parece ostentar el récord de premios de lotería no cobrados: desde que se inauguró la lotería en 1972, con 1.100 sorteos realizados, 11 premios nunca fueron reclamados.
  • En España, al año 2007 no se habían cobrado alrededor de 420 millones de euros de premios de lotería, un 7% del total de premios sorteados.

¿Quién se queda con los premios que no se cobran?

Son muchas las razones por las cuales, estos afortunados no llegan a reclamar el premio, pero entonces ¿Qué pasa con los premios no cobrados?.

En países como España la norma es que este dinero no cobrado, va destinado a parar a las arcas de la hacienda pública. En el 2017 se calcula que la cifra sería nada más y nada menos que de 50 millones de euros.

Hay países como Francia que, en su lotería, los premios no cobrados se integran a un súper bote que se realiza una vez al año.

En países como Guatemala una de las causales más comunes de que no se cobren los billetes, es que debían cobrarlos en la misma agencia en que jugaron y pasaba que los jugadores viajaban a otro departamento y aún sabiendo que ganaron no podían cobrar el premio por encontrarse en otra locación, por lo tanto, la dirección de loterías dispuso que si el premio ganado era inferior a los 2000$ podría cobrarlo en cualquier agencia del país, para facilitar el acceso a los jugadores.

Dejar de reclamar un premio de lotería,  le puede pasar a cualquiera persona, muchas veces por olvido, y luego de días hemos encontrado un billete ganador en la guantera del coche, en la cómoda o en la billetera, lo importante es que ya sabes qué pasa con los premios no cobrados, así que si ganas no dejes por nada del mundo ir a cobrar lo que te pertenece, para que no disfrute otro, lo que te puedes disfrutar tú y lo que puedes colaborar con otros.

Por sugerencia de muchos de los usuarios de lotería, se han hecho solicitudes para que estos premios que no han sido cobrados, luego del tiempo que requieren para su anulación, pasen a ser parte de donaciones para diferentes fundaciones, que ayudan en diferentes ámbitos a la vida, la conservación y la superación de todos los seres en el mundo y entre los más necesitados.

Intenta mantener siempre tu billete en la mano, gracias a que actualmente tenemos una herramienta tecnológica, que nos permite verificar los resultados de la lotería a través de la internet. De esta forma no podríamos dejar que nuestro premio se pierda y no poder disfrutar de lo que la suerte les regalo.

El joven que llegó tarde a reclamar un premio

No obstante, el caso que retumbó con mayor fuerza, ocurrió en Estados Unidos en 1996, cuando un joven de 23 años llegó 3 días después de vencido el plazo de cobro a reclamar un premio de lotería de 3.5 millones de dólares. Se le negó el pago, debido a que estaba fuera de término, tema previsto en el reglamento de las loterías.

El joven llevó el caso a juicio, alegando que, por un lado, había estado cuidando a su padre enfermo y por eso no había podido ir a una venta de lotería para poder revisar los resultados de los sorteos y verificar si su número había ganado; y, por otro lado, que el plazo había vencido en el término, y los días de anulación habían ocurrido en un fin de semana, más un día festivo, por lo que las agencias más cercanas al domicilio de su padre estaban cerradas.